Ratón PĆ©rez. Luis Coloma Fragmento de la obraRatón PĆ©rezSembrad en los niƱos la idea, aunque no la entiendan: los aƱos se encargarĆ”n de descifrarla en su entendimiento y hacerla florecer en su corazón.Entre la muerte del rey que rabió y el advenimiento al trono de la reina Mari-CastaƱa existe un largo y oscuro perĆodo en las crónicas, de que quedan pocas memorias. Consta, sin embargo, que floreció en aquella Ć©poca un rey Buby I, grande amigo de los niƱos pobres y protector decidido de los ratones.Fundó una fĆ”brica de muƱecos y caballos de cartón para los primeros, y sĆ”bese de cierto, que de esta fĆ”brica procedĆan los tres caballitos cuatralbos, que regaló el rey don Bermudo el DiĆ”cono a los niƱos de HissĆ©n I, despuĆ©s de la batalla de Bureva.Consta tambiĆ©n que el rey Buby prohibió severamente el uso de ratoneras y dictó muy discretas leyes para encerrar en los lĆmites de la defensa propia los instintos cazadores de los gatos: lo cual resulta probado, por los graves disturbios que hubo entre la reina doƱa Goto o Gotona, viuda de don Sancho Ordóñez, rey de Galicia, y la Merindad de Ribas de Sil, a causa de haberse querido aplicar en Ć©sta las leyes del rey Buby al gato del Monasterio de Pombeyro, donde aquella Reina vivĆa retirada.El caso fue grave y sus memorias muy duraderas, por mĆ”s que unos autores digan que el gato en cuestión se llamaba Russaf Mateo, y otros le llamen simplemente Minini. De todos modos el hecho resulta probado, aunque nada diga sobre ello Vaseo, ni tampoco lo mencione el Cronicón Iriense, y el bueno de don Lucas de Tuy haga como que se olvida del caso, quizĆ”, quizĆ”, por razones de conveniencia.Consta tambiĆ©n que el rey Buby comenzó a reinar a los seis aƱos bajo la tutela de su madre, seƱora muy prudente y cristiana, que guiaba sus pasos y velaba a su lado, como hace con todos los niƱos buenos el Ć”ngel de su guarda.